lunes, 1 de junio de 2009

La Diosa Dana: La Madre

Entre los celtas irlandeses: Dana
Isla de Man: Dana
Entre los celtas escoceses. Donu
Entre los celtas galeses y britanos: Dôn.
Entre los celtas de la Bretaña Armoricana: Ana

Toda mujer es una diosa, quien diga lo contrario peca de ingenuo, toda mujer está dotada para crear maravillas, para obrar milagros, para inducir al amor, proteger a los indefensos, para alentar a los inocentes.
Toda mujer es un ser superior reencarnada en la Naturaleza, un ser puro y mágico que debería preservar sus necesidades y anhelos.
Toda mujer debería sentirse como una diosa y sacar de su interior ese don que todas poseemos, descubrir sus virtudes y sentirse pletórica de la vida.
En la cultura celta, la diosa Dana o Anu, es la Gran Diosa Madre, la floreciente fertilidad, la Madre de todos los dioses y formaba una trinidad, era la protectora del ganado, de la salud, de la prosperidad. Los ríos y pozos estan bajo su protección. A ella se apelaba para que concediera abundancia, sabiduría y comodidad.
¿Acaso no busca el bebe la abundancia de sus pechos para amamantarse, no son las madres las más sabias?
¿No busca el hombre la comodidad de tener una mujer a su lado?
Todas mujer tiene algo de Dana su interior.

Sólo cuando los hijos de Danu, la Diosa Madre, invaden Irlanda y vencen a los Fomorios ("los habitantes de debajo del mar") en la segunda batalla de Moytura, se puede atisbar de forma breve un mito de origen celta en la historia de Danu, la Diosa Madre y sus hijos, los Tuatha Dé Danaan. Como la mayoría de religiones del mundo, la religión druida no fue una excepción y su mitología contiene restos de una Diosa Madre.
El nombre de Danu es también el del gran río Danubio, donde se cree que se desarrollaron los pueblos celtas antes de su expansión por Europa a partir del primer milenio antes de Cristo. El nombre de Dana parece estar emparentado con el sánscrito. Dana significa "aguas del cielo" y "corriente rápida" en Irlandés. Hay estudios que indican que el Danubio, el río de la Diosa Madre Danu que proporciona las "aguas del Cielo" , ocupaba el mismo lugar sagrado que el río Ganges hindú. Ambos nombres se refieren a una Diosa Madre.
Se sabe que Danu, o mejor dicho sus hijos, al llegar a Irlanda tuvieron que luchar contra sus enemigos los Fomorios, cuya Diosa Madre es Domnu. Curiosamente Domnu significa "el mundo" así como "las profundidades" del mar. En la épica Irlandesa aparecen episodios de lucha entre los hijos de Domnu, representantes de la oscuridad y la maldad, y los hijos de Danu, que simbolizan la luz y el bien. Además, en la mitología Irlandesa, los hijos de Domnu no fueron totalmente expulsados del mundo. Ellos son, simbólicamente, el mundo. El conflicto es entre "las aguas del cielo" y "el mundo".
Existe un equivalente galés de Danu en la persona de Don, cuyo nombre también aparece en algunos ríos galeses como Dyfrdonwy y Trydonwy. Ríos con la misma derivación se encuentran en Inglaterra, Escocia y Francia.Sin embargo, las fuentes galesas no tienen mitos de creación como las narraciones irlandesas. Sólo se puede especular debido a los añadidos judeocristianos que distorsionaron las tradiciones iniciales. Solo cuando los Tuatha invadieron Irlanda se reconoce claramente el panteón de Dioses y Diosas, paralelos a los hijos de Don de la Saga Galesa.
Ambas mitologías son heroicas, puesto que a finales del primer milenio a.c., los celtas convirtieron a los Dioses en héroes y a los héroes en Dioses. Los Dioses y Diosas no eran simples bellezas físicas con cabezas vacías. Debían tener poderes intelectuales iguales a sus aptitudes físicas. Eran humanos, con los vicios y virtudes humanos. Su mundo era el de la felicidad del campo, donde disfrutaban de todos los placeres de la vida mortal en forma idealizada.

La divinidad más antigua que se menciona entre los celtas es sin duda Dana o Danu, de cuya divinidad derivan todos los otros dioses celtas en la mitología celta insular, es decir, Los Tuatha Dé Danann. Si bien sabemos que cuando los hijos de Dana, llegaron a irlanda, la Madre no fue con ellos, aunque todos sus hijos, son considerados como extensiones de La Primigenia. Aunque ciertamente la Diosa madre, aparece con diversos nombres y diferentes formas.
Concepto este, bien arraigado en la filosofía druídica, cuando hablamos de Una Única Deidad, con sus múltiples facetas, que son extensiones de ella, cada dios/diosa posee no obstante, sus peculiaridades y cualidades propias e individualizadas. Podríamos incluso atrevernos a definir este concepto como: Un politeísmo monoteísta o un monoteísmo polifacético o quizá un politeísmo en las formas y no se considera que los Dioses y Diosas emanen de una Divinidad absoluta, existe una energía cosmica creadora de la cual todos procedemos, incluidas las Divinidades, quienes no son facetas de la misma sino individualidades.
Nuestra deidad primigenia, llamada también Anu o Ana, cuyo nombre puede significar la Diosa madre o reina. No siendo ningún nombre propio, pues lo Absoluto es incognoscible y es innombrable. También algún autor cita que su nombre significaría “Agua del cielo”, curiosidad esta pues el gran río Danubio tomaría su nombre de ella, digo curiosidad, pues desde el nacimiento de este río, es desde donde se supone que empezó la gran expansión céltica. Existen otros ríos donde también se puede encontrar ciertas equivalencias del nombre.
Como diosa benéfica es mencionada en el “Glosario de Cormac” como equivalente a Buann-Ann, interpretado como buena Madre. Como diosa menos benéfica compone la Trinidad del destino junto a Macha y Badb, conocidas como una tríada, en el aspecto de “La Morrigan”. En el condado de Kerry, (Irlanda), dos montañas o cimas gemelas, son identificadas como “Los Pezones de Anu”, ( Da Chich Danann), pues tienen formas redondas y asemejan pechos femeninos. Para sorpresa de algunos, siguen siendo venerados por las gentes actualmente.
Ella es la Madre Universal y Madre de todos los dioses. Diosa también asimilada a la luna y gobernadora de las mareas. Mecenas de los vates y augures. Los druidas, en general, solicitaban, su permiso para encomendar a las almas de los recién difuntos a través de las puertas de los “sidhs” para alcanzar su nueva vida en el Otro Mundo.
Su conyuge es Bilé, un dios, en un principio del inframundo, del cual dicen algunas leyendas, surgieron los primeros hombres.
En Gales a Dana se la conoció con el nombre de Dôn, Madre también primigenia y de dioses tan conocidos como Amaethon, Gwyddyon, Gofannon, Math, LLud y Arianhrod. Posteriormente su denominación fue masculinizada.
Algunos investigadores asocian a esta primigenia deidad, con una diosa arcaica pre-indoeuropea, asimilada por la cultura celta en sus invasiones, incursiones y asentamientos. Otros analistas la asocian a diosas con parecidos apelativos, tales como la Anna Purna de la India o incluso como el investigador Robert Graves cita, con una diosa pelasga llamada Ana, hermana de Belo y que los romanos llamaron Anna Perenna y los sumerios Anna-Nin. Otros autores como Ross Nichols, incluso R. Graves la relacionan inexorablemente con la Dánae griega y con las primeras invasiones indoeuropeas a Grecia.
También todo apunta a que durante la cristianización de los celtas; observando los cristianizadores, un culto exacerbado por parte de las gentes hacia la madre de Todos, diosa de la fertilidad y Madre-Tierra, se optó por no combatirlo más y asimilarlo, en la nueva forma de Santa Ana, la madre de María, que se convirtió desde entonces en un personaje protector, pero de notable raigambre céltica. Culto por otra parte que perduró hasta la Edad media, e incluso hasta el siglo XVII, al cual, el clero cristiano no tuvo más opción que acorralar, asimilándolo plenamente.
De esta manera observamos en diferentes puntos de la geografía que fue celta, muchos topónimos, que llevan y llevaron el nombre de Santa Ana, en una simple traslación de un antiguo culto de una Diosa madre celta, a otra madre más mortal; madre de la madre del dios cristiano.¿ Porque sino, iba a tener esa relevancia; venerar a la madre de la madre, que tuvo una coincidencia nominal con la celta?. Acaso, ¿se venera al padre del padre del dios cristiano?.
Es en algo parecido a lo que sucedió también, con la veneración de los celtas galos, después de romanizados, hacia la diosa latina Diana, en la cual aquellos, vieron a su primigenia Dana, o como decían los galorromanos: Diva Ana o Divuana.

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